By Dunia Gomes

Abstract

This essay is a reflection on my Spanish practicum experience in the Department of World Languages and Cultures that I completed from September 2024 to December 2024 at Lowell District Court. I describe my overall role as a Spanish intern there with examples of how I helped Spanish-speaking clients and learned from their different legal situations. The classes I took at UMass Lowell prepared me well and I write about how they helped me serve the Lowell community in this unique opportunity.

La pasantía que experimenté en Lowell Court Services fue una de mis mejores experiencias en la universidad. He ayudado a personas diversas con diferentes casos y cada día, al salir, me sentía agradecida de haber marcado una diferencia en la vida de alguien. Ayudé a clientes con una variedad de formularios judiciales relacionados con la custodia de los hijos, el divorcio, y la presentación de demandas por agresión o acoso. Cada documento estaba conectado con una historia y con vidas interrelacionadas.

Un día, ayudé a una madre que tenía tres hijos y estaba siendo desalojada por adeudar el alquiler. La corte le dio la custodia física al padre. Durante todo el proceso podía ver en los ojos de la madre su sufrimiento. Mientras seguía haciéndole preguntas, sus respuestas siempre iban acompañadas por lágrimas. No tenía adónde ir, pero dijo que necesitaba que sus hijos estuvieran seguros—incluyendo su hijo autista de un año que no tenía el mismo padre que sus hermanos. Aunque había buscado el apoyo de distintos programas, no había tenido éxito. Pensé en ese momento sobre los diferentes sacrificios que las madres hacen por sus hijos motivadas por su seguridad y bienestar. Entendí un poco mejor las luchas que enfrenta la comunidad de inmigrantes aquí en los Estados Unidos, especialmente cuando no dominan el inglés. En este caso, yo podía trabajar con ella para que entendiera cada documento.

Otro día, un hombre de 60 años vino a solicitar el divorcio de su esposa. Cuando me presentó los papeles para completar el formulario, noté que ya existía un número de muelle. Tener un número de muelle indicaba que un caso del asunto ya existía en el corte. Luego procedí a preguntarle si había solicitado el divorcio antes con la misma persona. Él respondió que sí y comenzó a explicar la situación. Me dijo que hace un par de meses quiso solicitar el divorcio contra su esposa. Intentó mejorar la situación, siguiendo los consejos de un ministro, pero pronto entendió su matrimonio ya no funcionaba. También me contó que en algún momento de su vida estuvo sin hogar y que siempre temía volver a su vida de calle. Él tenía preguntas sobre la custodia de su hija, y yo pude darle toda la información relevante. Vi la sensación de alivio que esta información le dio. Esta historia es la que más me llamó la atención porque me recordó la importancia de buscar ayuda cuando sea necesario. Fue un honor poder ayudarlo y resolver las dudas que tenía.

Recuerdo también cuando una señora de veintidós años vino diciendo que su marido le abusaba mentalmente. Según ella, él impedía que se divorciaran. Mientras tanto, él vivía con su novia en la misma casa que ella. Vi como la corte tenía que resolver conflictos entre parientes sobre la manutención de sus hijos. Casi siempre involucraban situaciones complejas con el dinero y conflictos sobre el cuidado de niños. Había muchos documentos, pero también formas específicas de notificación que a veces ellos no entendían.

Después de observar varias situaciones difíciles, pienso que muchos problemas de los padres deben ser resueltos sin la participación del tribunal. No obstante, cuando no hay comunicación adecuada las cortes ofrecen remedios claros y definitivos—aunque no siempre siguen las preferencias de los solicitantes.

Observé que las barreras lingüísticas pueden tener muchos efectos legales para las familias. Recuerdo cuando una madre nos explicó que al dar a luz en el Hospital Lowell General no podía entender bien lo que estaba pasando. Le preguntaron si estaba casada y si le gustaría incluir el nombre del niño en el certificado de nacimiento, pero ella dijo que no porque no había entendido la pregunta. Después de dos años, ella acudió a la corte para que el nombre del padre apareciera en el certificado de nacimiento del hijo porque, de hecho, estaba casada con el padre durante ese tiempo. Debido a que dio a luz por la noche cuando no había intérpretes, no tenía ningún servicio de traducción accesible. Desafortunadamente, el tribunal no les permitió presentar el caso porque era un asunto del ayuntamiento.

Antes de hacer una pasantía en el tribunal del distrito de Lowell, sólo había tomado una clase relacionada con el sistema legal, que era una introducción a la justicia penal. Tomar esta clase me brindó la oportunidad de mejorar mi conocimiento sobre los principios fundamentales de la aplicación de la ley en los Estados Unidos. Además, aprendí cómo se crean las leyes, cómo se incorporan en la sociedad y el sistema judicial y cómo se corrigen cuando son mal interpretadas. Por último, aprendí sobre los desafíos de la sociedad estadounidense, y como las cuestiones éticas, sociales y culturales muchas veces dificultan la creación de un sistema justo.

Tener conocimientos previos sobre los fundamentos teóricos de la ley me permitió tener una transición y adaptación más fácil al ambiente laboral como pasante. Comprender estos fundamentos me permitió estar más familiarizada con ciertos formularios, reglas judiciales y los diferentes procesos de cada tipo de caso.

Por otro lado, las clases de español de UMass Lowell me prepararon para esta experiencia de ayudar a la comunidad hispana de Lowell. Específicamente, el curso de nivel superior “Enhancing Knowledge of Spanish” de la María Matz desarrolló mis habilidades gramaticales.

Mi pasantía en el Tribunal de Distrito de Lowell me enseñó mucho sobre el sistema legal y la ley. Además, podía usar mis habilidades lingüísticas para ayudar a otros, generando un impacto positivo. Recomiendo esta experiencia a todos, porque es una experiencia única, informativa y memorable.

Biographical Statement - Dunia Gomes

I am originally from Cape Verde and moved to the United States when I was 13 years old. I recently graduated from UMass Lowell as a Biology major with a minor in Spanish. I am an aspiring pre-medical student and hope to be a pediatrician one day. During my undergraduate career, I majored in Biology to prepare for medical school. I chose Spanish as a minor because I took Spanish as my language requirement in high school and fell in love with it. I enjoyed how similar it was to Portuguese, but yet different.